El Condor Pasa...

Antes de comenzar el pasaje a través de las neblinas, recomiendo darle la triangulito que significa play, y disfrutar tranquilamente del acompañamiento... a pesar de ser una versión, está muy conseguida. Dejen llegar la voz, y tranquilamente anden...pero sobre todo, disfruten...

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¿Y es que qué es el mundo sino bellos sentidos? ¿Sino percepciones e ilusiones? La vida se abre camino, y nosotros tras ella, caminando por un valle de sombras... Por un momento cierra los ojos, y siéntase Cóndor, sobrevolando el océano, los bucólicos bosques de las diversas floras, y disfrutando del aire, y de la compañía de cientos de animales. No hay ninguna preocupación, ninguna obligación, nada le ata a despegar y no volver nunca más... Siente las alas, estiradas, y su rozar con el aire, con la atmósfera, con el mundo... Escucha esa cascada, y su agua chocar contra las rocas, y esas sirenas doradas que le saludan con cantos y arpa. 

Escucha ese río, transportando las más variadas ramas, y lleno de los más exóticos peces, o ese viento enternecedor, silbando al ocaso, mientras el Sol saluda, para unos por última vez, para otros por primera. Sienta el tacto de las ninfas sobre su suave tez, arrastrando las mayores delicias de este mundo, mientras una flor de lis se desliza por el lago de la vida, por el lago de la fantasía... Unicornios corriendo sobre las llanuras de la soledad deseada, sobre la paz y el silencio, sobre la tranquilidad y la estabilidad de sentirse vivo, de sentirse amado... Saborea el momento, deléitese... Nunca nadie jamás voló así sobre la madre Gea.

Qué sensualidad sobre los árboles, que bailan al compás de las hojas y el alba! C´est magnifique! ¡ Es todo lo que un hombre puede desear! Là est, Tu, Tu as l´amour! Todo gira en flores y ramilletes naturales, llenos de colores gratinados de aromas. Duerman pensando que, un día, un Cóndor, cualquiera de ellos, por hacer una metáfora concreta, sobrevoló tal mundo... Tal Edén no puede ser sólo imaginación... en algún lugar debe de hallarse...

Il y avait un jardin qu´on appelait la terre...

Está dedicado a la única persona que se dará por aludida... 

José Manuel, 

Corresponsal en París.